Los debates de campaña se centraron en la situación económica y en los altos índices de desempleo, especialmente entre los jóvenes. Pero todos estos temas están cruzados por la relación de Irán con Occidente y el pacto nuclear firmado en 2015 entre la nación persa, Estados Unidos, los cinco integrantes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, más Alemania.
"Dentro de la administración de EEUU hay sectores con diversos intereses. Quienes están más abiertos al diálogo prefieren que gane Rohani, y los que están menos abiertos prefieren a Raisi porque, dicen, 'nos va a dar la excusa perfecta'. Eso es una espada de doble filo, porque los electores iraníes si bien votan con el bolsillo también están bastante cansados de ser una especie de paria internacional. Lo que se escucha es: 'tenemos mucho que criticar a Rohani, pero tenemos que seguir este camino porque otro no nos queda", apuntó Botta.