Las recientes declaraciones del canciller ruso, Serguéi Lavrov, van en la misma línea. Según el ministro, las sanciones impuestas a Rusia impiden a los agricultores nacionales acceder a créditos en bancos europeos, algo que hace que su producción sea menos competitiva que la de sus colegas comunitarios.
El cierre del mercado ruso par para alimentos procedentes de la UE busca evitar una competencia desleal, dijo Lavrov, al subrayar que se trata de contramedidas que tuvo que aplicar Moscú en respuesta a lo iniciado por Bruselas.