Las cifras oficiales hablaron de 140 muertos y más de 500 heridos, en su gran mayoría civiles. No obstante, la cadena Al Mayadeen informó que el número de fallecidos asciende a 700.
Entretanto, el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, llamó a un alto el fuego inmediato en Yemen. Se lo expresó al príncipe heredero sustituto de Arabia Saudí, Mohamed bin Salmán, y al ministro de Exteriores saudí, Adel al Jubeir.
Mientras, el vicepresidente de Majlis al Shura, el Consejo consultivo saudí, Mohammad al Jefri, manifestó:
"No se trata de negar el posible ataque aéreo contra la ceremonia fúnebre en Yemen, se trata de decir: nosotros financiaremos la investigación; esta es nuestra posición oficial", dijo.
Para el analista internacional Adnan Ezzedine, no son creíbles, ni las declaraciones provenientes de EEUU, ni las que surgieron en Arabia Saudí. En su opinión, cualquier ataque de este tipo perpetrado por el país árabe está diseñado y ordenado por EEUU.
El experto señala que la guerra que se está librando en Yemen es por interés por empuje por estrategia de EEUU y Arabia Saudí. Añade que los principales objetivos de los bombardeos son civiles, entre ellos hospitales, escuelas y zonas residenciales.
En este contexto, Adnan Ezzedine recuerda el reciento bombardeo que EEUU realizó contra el Ejército sirio sin ningún pretexto. En este caso, se guiaron por la antigua máxima: "más vale pedir perdón, que pedir permiso". Ezzedine sostiene que "la estrategia de EEUU está diseñada en base al genocidio".