El presidente electo Joe Biden, de ascendencia irlandesa, alertó durante la campaña electoral que no permitirá que el "Acuerdo de Viernes Santo, que propició la paz en Irlanda del Norte, caiga víctima del Brexit".
El exsenador demócrata se refería en particular al proyecto de ley del mercado interno del Reino Unido, que permitiría a Londres romper unilateralmente premisas del Protocolo norirlandés del Acuerdo de Retirada de la Unión Europea.
"Debemos aportar certeza y claridad legal, en caso de que haya áreas en desacuerdo", justificó este lunes 9 el ministro británico de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales, George Eustice, en declaraciones a los medios.
Eustice reafirmó el plan del Ejecutivo conservador de mantener las controvertidas medidas que abren la posibilidad de “infringir la ley internacional de una forma muy específica y limitada”, según admitió el ministro para Irlanda del Norte, Brandon Lewis.
El líder laborista Keir Starmer se hizo eco de la inquietud del presidente electo estadounidense sobre el potencial impacto del Brexit en Irlanda, que podría precipitar el retorno de una frontera física en la isla, si Londres y Bruselas concluyen las negociaciones sin acuerdo.
"Biden aporta un grado de claridad al Brexit; su posición es muy robusta en el Acuerdo del Viernes Santo y un poco de enfoque podría ayudar a ambas partes", dijo el dirigente laborista en una sesión radiofónica abierta al público.
Las negociaciones del acuerdo comercial y otros aspectos de la relación entre Londres y Bruselas en el post-brexit están ya en la fase de contrarreloj, pero sin avances aparentes en los puntos en discordia, como pesca, gobernación y competencia justa.
El periodo de transición expira el 31 de diciembre y, si se logran conciliar las distantes posiciones, el tratado ha de ser ratificado previamente por el Parlamento europeo.
