Con el caso de la hospitalización del opositor ruso Alexéi Navalni de fondo, hay voces que se alzan en Alemania en contra del proyecto gasístico Nord Stream 2.
"Detener la construcción del Nord Stream 2, con toda seguridad, no está en el interés de Alemania", aseguró el político.
Mitrajóvich apunta al gran beneficio económico que supondrá para Alemania este proyecto una vez que se ponga en funcionamiento como razón clara para que Berlín quiera seguir adelante con él. Sus principales defensores son, dice, los representantes del establishment alemán y los hombres de negocios influyentes del país europeo.
"El hecho de que Alemania se beneficie del proyecto como país de tránsito del gas y de que se garantice el suministro de un gas que será más barato que el gas natural licuado, le permitirá controlar la periferia de tránsito de gas de la Unión Europea. Será rentable para Alemania en perspectiva. También ganará con ello. Es decir, tiene argumentos para no abandonar este proyecto", explica el interlocutor de Sputnik.
Mitrajóvich va más allá y analiza las consecuencias que tendría para Alemania a nivel psicológico dar el alto al proyecto.
"Eso se vería como la asunción [de parte de Alemania] de su subordinación a EEUU, quien le ha ordenado que pare el proyecto. Alemania, prácticamente, mostrará a todos que su autosuficiencia brilla por su ausencia. Supone una pérdida de imagen. Creo que Alemania no tomará ese camino", concluye el especialista ruso.