"Las sanciones económicas deben suspenderse, desde luego", dijo la política al tiempo de agregar que, en su opinión, las restricciones han de levantarse "no solo durante la epidemia pues los que las sufren no son los gobiernos, como lo pretenden EEUU, la Unión Europea o Naciones Unidas, sino los pueblos de esos países, y esto es muy decepcionante".
A finales de marzo los representantes ante la ONU de Rusia, China, Siria, Cuba, Corea del Norte, Irán, Nicaragua y Venezuela enviaron una carta al secretario general António Guterres en la que llamaron al levantamiento de las sanciones unilaterales ante la propagación del nuevo coronavirus SARS-CoV-2 por el mundo.
No obstante, una resolución de la Asamblea General promovida por Rusia que instaba a aliviar las sanciones en aras de la solidaridad global fue bloqueada a principios de abril por EEUU, la Unión Europea, el Reino Unido, Ucrania y Georgia.
Ayuda médica para los indígenas brasileños
Hoffmann alerta que los indígenas brasileños que viven en la región del Amazonas están efectivamente privados de asistencia médica, a pesar de que la tasa de mortalidad por coronavirus allí es una de las más altas del país.
El 23 de abril la ONG Greenpeace International criticó al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, por no brindar asistencia médica a los pueblos indígenas y dejarlos "en una situación mortal".
"Estamos muy preocupados porque la población indígena está prácticamente privada de asistencia médica. Después de que los doctores cubanos fueran insultados por Brasil y concretamente por Bolsonaro, ya no tenemos médicos en las comunidades de salud indígenas y eso nos preocupa mucho", dijo la diputada.
La diputada destacó que "la tasa de mortalidad infantil en esas comunidades ha aumentado".
La legisladora acusó al presidente brasileño de usar la actual pandemia como una oportunidad para despojar a la población indígena de sus tierras, que son ricas en recursos naturales.
"Bolsonaro no se preocupa por la vida y salud de la gente, sean indígenas o no. Pero en el caso de los pueblos indígenas, tiene un mayor prejuicio. Realmente quiere quitarles sus tierras y darlas a grupos empresariales para su explotación. Es por eso que Bolsonaro es reacio a tomar medidas eficaces para combatir el coronavirus en la región amazónica de Brasil", agregó.
Hoffmann indicó que en el estado de Amazonas "está el mayor número de infectados y la tasa de mortalidad más alta, especialmente en las comunidades indígenas".
"Bolsonaro puede usar esa situación para avanzar en su proyecto de otorgar tierras indígenas ricas para intereses económicos", afirmó.
Varios medios habían informado este mes de abril que un indígena yanomami de 15 años murió por complicaciones relacionadas con el coronavirus.
El Instituto Socioambiental de Brasil advirtió, por su parte, que el virus podría haber sido transmitido a los yanomami por mineros ilegales que operan en las áreas de conservación.