Los presidentes de Rusia y Turquía, Vladímir Putin y Recep Tayyip Erdogan, lograron coordinar sus posiciones sobre Libia y llamaron a declarar un alto el fuego en su territorio a partir del 12 de enero y sentarse a la mesa de negociaciones.
"Hoy envié mensajes a la Cámara de Representantes [Parlamento] en Tobruk y al Consejo de Estado [Gobierno] en Trípoli, instando a ambas partes a acometer las negociaciones políticas antes de fin de mes", dijo Salamé a los periodistas antes de inaugurarse la reunión extraordinaria de los cancilleres de los países de la Unión Europea, que se transmite en la web de la UE.
Libia continúa sumida en una crisis desde que el derrocamiento de su líder histórico, Muamar Gadafi, en 2011, derivó en violentos enfrentamientos entre facciones rivales, el surgimiento de grupos yihadistas y en una dualidad de poderes: el Gobierno interino, que controla la parte oriental del país junto con el Parlamento, y el Gobierno de Unidad Nacional en Trípoli, avalado por la ONU.
A principios de abril pasado, Libia entró en una nueva espiral de violencia después de que el Ejército Nacional Libio del mariscal Jalifa Haftar lanzara una ofensiva para liberar a Trípoli de los "terroristas".
Las fuerzas leales al Gobierno de Unidad Nacional respondieron con la operación Volcán de Ira contra las tropas de Haftar.