"Creado en la época de la Guerra Fría, el G7 ya no corresponde a la realidad actual, sobre todo, porque nuevos centros mundiales no toman parte en su trabajo; y sin su contribución simplemente resulta imposible afrontar muchos desafíos y amenazas actuales", dijo Lavrov a Sputnik.
En este contexto, el canciller ruso subrayó que Rusia no tiene ninguna intención de restablecer el formato del Grupo de los Ocho (G8).
Recordó que su país no abandonó este grupo sino lo hicieron otros miembros.
Sin embargo, agregó que Rusia está dispuesta a acoger al G7 en una de sus ciudades, por ejemplo, en San Petersburgo o Sochi.
Además, Lavrov destacó el Grupo BRICS (Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica) y la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), las organizaciones en cuya labor Rusia participa enérgicamente y que toman decisiones "basándose en un consenso equilibrado".
Rusia comenzó a participar en las cumbres del G7 (Canadá, Francia, Alemania, Reino Unido, Italia, Japón y Estados Unidos) a mediados de los años 90 e ingresó como miembro de pleno derecho en 2002, cuando el grupo pasó a llamarse G8.
La participación de Rusia fue suspendida en 2014 por los líderes de los otros siete países en medio de las tensiones por la crisis de Ucrania y los sucesos en Crimea.
En agosto de este año se informó que el presidente de EEUU, Donald Trump, cree que el Grupo de los Siete debería reincorporar a Rusia.