El 4 de abril, WikiLeaks anunció que en las próximas "horas o días" el activista australiano sería expulsado de la sede diplomática de Ecuador en Londres, y citaba a altas fuentes del Gobierno que preside Lenín Moreno.
Por su parte, el canciller ecuatoriano, José Valencia, escribió en su cuenta de Twitter que "el Gobierno no hará comentarios sobre los actuales rumores infundados, que además son insultantes".
“Rumores de la “inminente” salida de Assange vienen desde meses atrás. El Gobierno no hará comentarios sobre los actuales rumores infundados, que además son insultantes. El Ecuador toma sus decisiones de manera soberana e independiente de otros países.
— José Valencia (@ValenciaJoseEc) April 5, 2019
"Julian Assange puede abandonar la Embajada en cualquier momento, el ministro de Asuntos Exteriores, Jeremy Hunt, ya habló de eso, el Gobierno de Ecuador dijo haber tomado nota de los informes en los medios [calificándolos] de especulaciones, no tengo nada que añadir", dijo el interlocutor de Sputnik.
El portavoz destacó que Hunt y otros representantes del Gobierno británico desde hace tiempo trabajan con el Gobierno ecuatoriano para resolver el problema con Assange.
"Assange violó las condiciones de la libertad provisional, puede abandonar la Embajada en cualquier momento, pero la policía deberá decidir qué medidas tomar en su contra", indicó.
Londres mantuvo activa la orden de captura porque Assange tiene un proceso pendiente por violar las condiciones de su libertad cautelar en 2012.
Si el australiano abandona la Embajada por su propia voluntad o sin un acuerdo previo se arriesga a ser detenido por la Justicia británica, que podría extraditarlo a EEUU, donde enfrentaría un juicio por divulgar información clasificada.