El periodista Matthew Norman explica que Gran Bretaña no tiene capacidad para librar una guerra cibernética ni tiene autoridad moral para hacerlo. Después de todo, Londres no cuenta con el apoyo estadounidense, necesario para una acción semejante.
Al mismo tiempo, Norman se muestra bastante escéptico al respecto, ya que, según él, el Reino Unido suele presentar gestos llamativos, siendo en realidad un actor débil. Esta vez, supuestamente están ensayando un ataque que podría "apagar la luz en el Kremlin".
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El autor del artículo sugiere que el presidente ruso, Vladímir Putin hará caso omiso a la amenaza y la considerará vana. A este respecto, el analista afirma que el constante intercambio de amenazas recíprocas en realidad no tiene mucho sentido.
Norman concluye que incluso si uno no tiene en cuenta la cuestión estratégica y moral, cabe reconocer que ahora Londres con toda probabilidad simplemente no es capaz de efectuar un ataque cibernético tangible.
"Aunque sea capaz, ¿tendría la suficiente voluntad política, mientras que el presidente de EEUU (…) no tiene muchas ganas de pelear con Moscú?", se pregunta.
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A modo de conclusión, Norman indica que tanto las maniobras militares del Reino Unido, como sus amenazas 'cibernéticas' tienen un carácter más bien simbólico y en realidad carecen de dimensión suficiente y, en el fondo, de la propia voluntad para pasar de las palabras a los hechos.
"Debo decir que suena tremendo. Media docena de naves y ocho aviones de combate. Podrías derrotar a Costa Rica con eso. Pero Costa Rica no tiene militares", ironiza el autor.
Mientras tanto, la respuesta de Rusia a un posible ataque cibernético del Reino Unido a sus infraestructuras sería contundente, afirmó a Sputnik el viceministro de Exteriores ruso, Oleg Siromólotov.
"Si ellos lo dicen, posiblemente intenten hacerlo, pero vamos a defendernos y la respuesta será bastante dura", advirtió.
