Pátrushev indicó que Rusia aboga "por resolver la situación mediante medidas políticas y diplomáticas, pero algunos países no descartan una solución militar".
"Cooperamos con estos países para que no se lo permitan (…) sobre todo con Estados Unidos, y con los vecinos [de Corea del Norte], pues creo que Japón y Corea del Sur tampoco descartan" recurrir a la vía militar para arreglar la situación, dijo.
La embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, afirmó que si se desata una guerra, Corea del Norte será "totalmente destruida".
Haley lanzó estas declaraciones en una reunión de urgencia del Consejo de la Seguridad de la ONU, que fue convocada después del nuevo ensayo de misil balístico intercontinental realizado por Pyongyang.
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Bautizado Hwasong-15, el misil, según Pyongyang, es capaz de portar una ojiva nuclear pesada "supergrande" y alcanzar "todo el territorio de Estados Unidos", algo que admitieron también expertos internacionales.
Con este lanzamiento Corea del Norte puso fin a más de dos meses de inactividad, pues llevó a cabo su ensayo anterior el 15 de septiembre, y en el mismo mes probó una bomba de hidrógeno para ser colocada en misiles intercontinentales.
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A principios de julio pasado, Moscú y Pekín se pronunciaron por declarar una moratoria simultánea sobre el programa norcoreano de misiles y armas nucleares y los ejercicios conjuntos a gran escala de EEUU y Corea del Sur, así como avanzar hacia la desnuclearización de la península de Corea.
