"Rusia está dispuesta a ofrecer una plataforma porque hay que negociar sobre la paz y no hacer la guerra", dijo.
"Todos los bandos deben comprender que las consultas (en Moscú) fueron una señal tanto para el movimiento talibán, como para el Gobierno afgano, la última palabra es suya", señaló.
En las consultas participaron diplomáticos de Afganistán, India, Irán, Kazajistán, Kirguistán, China, Pakistán, Rusia, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán.
Además, Moscú la víspera fue escenario de una reunión entre el expresidente afgano Hamid Karzai y el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, quien reafirmó que Rusia promueve el diálogo nacional en ese país y "está dispuesta a utilizar cualquier formato" para lograr que el resto de actores apoyen el proceso.
El expresidente afgano, por su parte, destacó la cooperación que estableció su Gobierno con Rusia.
La Cancillería rusa declaró el 24 de abril que el ataque contra una base militar afgana en la provincia septentrional de Balj, que se saldó con más de 200 muertos, "vuelve a mostrar la necesidad de entablar de inmediato las conversaciones de paz en diálogo directo entre el Gobierno de la República Islámica de Afganistán y el movimiento Talibán".
Afganistán vive una situación de inestabilidad política, social y de seguridad a raíz de los ataques perpetrados por el movimiento islamista Talibán, el grupo terrorista Estado Islámico (Daesh) —ambos proscritos en Rusia— y otras formaciones radicales.