Desde finales de enero un grupo de exmilitares del régimen ucraniano, entre ellos algunos diputados, bloquean varios tramos del ferrocarril que comunican con Donetsk y Lugansk alegando que cualquier comercio con estos territorios es ilegal.
"Es una situación lamentable que nos preocupa y es que los extremistas ucranianos siguen con sus provocaciones", dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Este miércoles venció el ultimátum que las milicias de Donetsk y Lugansk dieron al presidente ucraniano Petró Poroshenko para poner fin a la interrupción del tránsito ferroviario.
Las autoridades de las dos regiones advirtieron que las empresas bajo jurisdicción ucraniana pasarían a gestión externa.
A este respecto, Peskov señaló que son comprensibles las acciones que emprenden los dirigentes de Donbás.
"Estamos siendo testigos de que las regiones rechazadas por su Gobierno caen en una situación aún peor en medio del bloqueo por parte de elementos extremistas", indicó.
El cierre de las vías férreas se suma al bloqueo comercial que impuso Poroshenko a Donbás desde enero de 2015 al prohibir el transporte de medicinas y alimentos a esta región.
El Ejército ucraniano continúa desde abril de 2014 una operación militar en varias áreas de las regiones de Donetsk y Lugansk donde se proclamaron repúblicas populares en respuesta al violento cambio de régimen ocurrido en Kiev en febrero del mismo año.
Fotos: Donetsk, bajo ataque de las fuerzas de Kiev
El conflicto no ha sido un obstáculo para que el Gobierno central siga comprando carbón a Donetsk y Lugansk, territorios que albergan las mayores reservas del mineral bajo control de las milicias.