"La dificultad fundamental en el ámbito del control de armas y de la seguridad consiste en la imposibilidad de llamar a Rusia a desarrollar los instrumentos correspondientes y a la vez efectuar una política y un desarrollo militar propios de la guerra fría", dijo.
Previamente, Grushkó expresó su preocupación por el hecho de que la OTAN renunciara a la reunión de expertos militares en Moscú para abordar los asuntos de seguridad en el Báltico y señaló que las actividades de la Alianza en el flanco este cerca de las fronteras rusas deterioran la seguridad en la región.
Añadió que el hecho de que la OTAN no quiera abordar el problema de los transpondedores y la concordancia del tráfico aéreo militar y civil en general, demuestra que la posición de la Alianza no es sincera.
Lea también: Experto: Guerra Fría es posible, pero todos esperan la distensión internacional
A finales de octubre, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, declaró que la Alianza continúa el diálogo con Rusia para reducir el riesgo de incidentes militares.