Según su libro 'El enviado: desde Kabul hasta la Casa Blanca, mi viaje a través de un mundo turbulento' ('The Envoy: From Kabul to the White House, My Journey Through a Turbulent World'), y citado por el medio 'Politico', Riad ocultó durante años su implicación en la financiación del fundamentalismo islamista.
Sin embargo, durante la última visita de Khalilzad a Arabia Saudí, un alto cargo admitió que el reino comenzó a financiar agrupaciones radicales en los años 1960, para hacer frente a la política del entonces presidente de Egipto, el socialista Gamal Abdel Nasser.
"Les mentimos a ustedes. Lo ocultamos tras los atentados del 11S ya que temíamos que rompieran relaciones con nosotros o nos trataran como enemigos", afirmó la fuente anónima saudí.
De acuerdo con el exembajador estadounidense, el extremismo islamista se considera uno de los desafíos principales de Arabia Saudí, junto con el programa nuclear iraní.