"Los esfuerzos chinos por proteger la estabilidad en la Península se han visto limitados por los movimientos nucleares de Pyongyang: Corea del Norte ya no es un parachoques para China, sino una fuente de problemas, es el momento de considerar si es un activo o una carga", dijo el experto.
"La opinión pública surcoreana también se ha afilado y pone en peligro las relaciones con China, los lazos bilaterales sufrirán problemas por la decisión de desplegar el THAAD (las iniciales en inglés del escudo antimisiles)", añade.
"Esto coloca a China contra Corea del Sur en asuntos de seguridad y erosiona gravemente la confianza mutua", juzga.
El despliegue del THAAD es un "contratiempo" para la diplomacia nacional, señala Ren, quien añade que "bajo las actuales circunstancias, China debe revisar la política en la península coreana".
La "obstinación nuclear" de Pyongyang ha fortalecido una cooperación trilateral entre Estados Unidos, Corea del Sur y Japón, que "pone en peligro" los intereses de seguridad de China, sostiene.
El experto, sin embargo, pide calma hasta que se revelen los detalles del THAAD y alude a las informaciones de que Seúl podría limitar el alcance de su radar para que no abarcara más allá de Corea del Norte.