"En nuestras relaciones con la OTAN y la UE estamos interesados en que Europa sea liberada de las líneas divisorias", dijo a los periodistas tras reunirse en Minsk con su homólogo bielorruso, Vladímir Makei.
El canciller ruso comentó que "de momento no lo logramos, de momento nuestros socios occidentales actúan desde posiciones abiertamente preconcebidas, pero nuestra disposición constructiva para salir de este atolladero existe".
Lo principal, continuó, es que "los que crearon estas dificultades artificiales en el proceso paneuropeo las quiten de la agenda".