Castro, secretario general del Partido Comunista de Cuba, también expresa sus deseos de que ambos gobiernos estrechen su colaboración y sus lazos amistosos en el futuro para poder así seguir construyendo una sociedad socialista.
Las felicitaciones cubanas son la contestación a las enviadas por Pyongyang el pasado mes a Castro después de que su partido celebrara su cónclave, según la agencia de noticias oficial Yonhap.
El reciente congreso de la única formación política permitida en el país asiático sirvió para escenificar el creciente poder que ha amasado Kim Jong-un al frente del partido.
Pero también ha servido para mostrar el creciente aislamiento de Pyongyang de la comunidad internacional en general y de los países más tradicionalmente afines en particular.
China también emitió una protocolaria nota de felicitación al dirigente Kim Jong-un pero no envió a ningún representante al Congreso, al contrario de lo ocurrido en el anterior.
Tampoco el mensaje aparentemente más conciliador de Kim durante el congreso ha sido recibido con confianza por Pekín y el resto de la comunidad internacional, que lo han interpretado como parte de la conocida estrategia tensión-distensión de Pyongyang.