Shevchuk destacó que solo hace un mes tuvo lugar un intercambio de opiniones entre representantes de la república y el embajador de Kiev en Chisinau, y expresó su esperanza en que el enviado de Ucrania activará su labor para resolver los problemas de la gente.
"Dejemos a un lado la política, el hecho de que alguien ame o deje de amar a Rusia, pues considero que esas cuestiones no deben influir en los asuntos prioritarios a discutir entre Ucrania y Transnistria", subrayó el mandatario, que considera que el enfriamiento de las relaciones entre Kiev y Moscú ha perjudicado también a Tiráspol.
El líder transnistrio aseguró que los habitantes de su república son personas pacientes que son capaces de "aguardar, confiar y mantener la fe".
"Con el paso del tiempo todo cambiará para bien, pues toda guerra culmina con un armisticio, y deseamos que eso ocurra lo más pronto posible", afirmó.
Moldavia perdió el control sobre los territorios al este del Dniéster, donde el 60 por ciento de los habitantes son rusos y ucranianos, en 1992, tras un intento frustrado de resolver el problema mediante la fuerza.
Actualmente Transnistria representa un territorio fuera del control de Chisinau que posee una moneda propia y utiliza en calidad de idioma oficial el ruso.
En 2006 Transnistria celebró un referéndum en el que el 97,2 por ciento de los votantes se pronunciaron a favor de la unión con Rusia.