Según el documento, los planes para seguir adelante con el despliegue del escudo antimisiles se contradicen claramente con las declaraciones hechas por el presidente de EEUU, Barack Obama, en 2009 en un discurso en Praga, cuando afirmó que la causa de este despliegue desaparecería en cuanto se eliminara 'la amenaza iraní'.
"El evidente rechazo de EEUU y la OTAN a tomar en consideración los avances positivos en la búsqueda de una solución para el programa nuclear iraní confirma la conclusión sobre el carácter antirruso del sistema antimisiles", asevera el texto.
El comunicado de la Cancillería rusa llega después de que representantes de Washington y la Alianza Atlántica afirmaran que el reciente acuerdo marco con Irán alcanzado en las negociaciones de Lausana no da motivos para renunciar al despliegue del escudo antimisiles en Europa.