"La Comisión determinó (…) que 12 manifestantes murieron, 571 personas resultaron afectadas, entre ellas 195 civiles y 371 agentes de seguridad", dice el comunicado al que tuvo acceso Sputnik.
El documento refiere que quedaron destruidos 47 edificios, de ellos 18 gubernamentales, 22 sedes de campaña de los partidos y siete viviendas. Además fueron quemados 25 automóviles.
Las protestas por el desempleo y la falta de servicios básicos comenzaron el 8 de julio en la ciudad de Basora y, tras la muerte de un manifestante a manos de la policía, se fueron extendiendo a otras provincias del sur, Mesena, Di Car, Nayaf, Kerbala, Diyala, así como a Bagdad.
Actualmente el nivel de desempleo en Irak es de 10,8%; más del 60% de los desocupados son jóvenes menores de 24 años de edad.
El Gobierno iraquí impuso el toque de queda en Basora, Kerbala, Mesena y Nayaf y extremó la protección de las oficinas públicas para prevenir ataques de manifestantes.
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Tres aerolíneas de Medio Oriente —Kuwait Airways, Royal Jordanian Airlines y FlyDubai- suspendieron el domingo los vuelos a la ciudad de Nayaf, donde los manifestantes habían irrumpido dos días antes en la terminal aérea y causado destrozos que obligaron a cerrarla.
