Pese a los planes de Washington para quedarse en Siria, el ministro de Exteriores turco, Mevlut Chavusoglu, subrayó que los estadounidenses tienen que dejar de suministrar armas a los kurdos —a los que Ankara considera terroristas— y abandonar Manbij. Según informaciones de los medios locales, los estadounidenses están en la zona desde aproximadamente el año 2016 y en febrero de 2017 el contingente se reforzó con blindados Cougar y Stryker. La presencia de tropas estadounidenses en Manbij fue descrita en detalle por The Washington Post.

El 20 de enero, Turquía lanzó la Operación Rama de Olivo, que tiene por objeto expulsar a las agrupaciones terroristas de la ciudad siria de Afrín.
"Estaremos en Siria hasta que pongamos fin al terrorismo, hasta que se agote. Y luego, entregaremos estos territorios a sus verdaderos dueños. Los llamamientos para poner fin a la operación no tienen ningún sentido para nosotros. De donde provenga la amenaza terrorista —ya sea Sinjar, Kandil, Manbij o el este del Éufrates— vamos a derrotarla", declaró Chavusoglu a los medios locales.
Por su parte, el primer ministro turco, Binali Yildirim, mostró su descontento con el hecho de que Washington suministre armas a las Unidades de Protección Popular (YPG). Según Ankara, tanto las YPG como la Unidad Demócrata están vinculadas al Partido de los Trabajadores del Kurdistán, considerado terrorista en Turquía.
Según declaró a la cadena RT el experto Guevorg Mirzayán, Erdogan intensificará la lucha por el control de los territorios kurdos en un futuro próximo.
"Erdogan no se puede rendir debido a la situación interna en Turquía. Si dijo que iba a expulsar a los kurdos de todo el territorio de Siria, tiene que hacerlo, en otro caso, tendrá graves problemas internos", explicó. Agregó que "los estadounidenses no tienen nada que ofrecerle a cambio". Mirzayán subrayó que EEUU tampoco tiene muchas opciones y probablemente fortalecerá sus defensas en Manbij con la esperanza de que los militares turcos no entren en la ciudad.
"Los estadounidenses, a su vez, están aislados. Ya entregaron a los kurdos de Afrín y declararon que dejaron de suministrarles armas, pero si siguen así y Erdogan continúa presionando a Washington, EEUU se verá obligado a retirar a sus militares de Manbij o dejarlos allí con la esperanza de que los turcos no lleguen a su base militar", informó a RT.
También indicó que un enfrentamiento directo entre EEUU y Turquía solo puede producirse si los acontecimientos toman un giro dramático.
A su vez, el politólogo Stanislav Tarásov, editor en jefe de la agencia Regnum, declaró a RT que la nueva espiral del conflicto en Siria tiene que ver con las discrepacncias de EEUU y Turquía hacia los kurdos.
"Todo se basa en una paradoja: los turcos los consideran terroristas, mientras que Washington cree que los kurdos son sus aliados [en la lucha contra Daesh, proscrito en Rusia y otros países]", explicó.
Según el experto, Turquía no conseguirá que la presión sobre EEUU surta efecto ya que Washington ha decidido hacerse con estos territorios de Siria para un —supuesto— ataque posterior contra Irán.
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"Los estadounidenses no van a abandonar Siria y declaran que su presencia en el país es a largo plazo. Turquía tendrá que encontrar una salida a la situación", aseguró. Al mismo tiempo, subrayó que "ya tiene lugar" un conflicto militar entre Ankara y Washington, pero es de carácter indirecto, ya que un ataque de Turquía contra su aliado significaría la disolución de la OTAN.
"Turquía presiona a los estadounidenses con su estatus de socio indispensable en Oriente Medio, donde ya refuerzan sus posiciones Irán y Rusia", concluyó.