Según sus datos, citados por la agencia local Pajhwok, las operaciones se realizaron en las provincias de Nangarjar, Kunar, Laghman, Kapisa, Paktia, Paktika, Ghazni, Zabul, Kandahar, Badghis, Baglán, Faryab, Kunduz, Sari Pul, Badajshán y Helmand.
Se precisa que al menos 46 de los 103 terroristas abatidos, incluidos 20 extranjeros, fueron eliminados en los distritos de Janikhel y Zurmat (provincia de Paktia).
Afganistán vive una situación de inestabilidad política, social y de seguridad a raíz de los ataques perpetrados por el movimiento islamista Talibán y, desde 2015, por el autodenominado Estado Islámico, o Daesh, organizaciones terroristas que ambas están proscritas en Rusia.
El Ministerio de Defensa y los servicios de seguridad de Afganistán llevan a cabo operaciones conjuntas para combatir el terrorismo en todo el país.