El incidente ocurrió el 23 de julio, cuando un trabajador jordano de 17 años estaba arreglando los muebles de una habitación de la embajada en presencia del propietario del edificio, también jordano.
Según todos los indicios, estalló una discusión entre el guardia israelí y el trabajador jordano.
El propietario del edificio, que se encontraba en el lugar, también fue abatido por el guardia israelí y falleció poco después.
La policía jordana rodeó el edificio y exige interrogar al guardia israelí, pero Israel quiere repatriarlo sin que sea interrogado amparándose en las convenciones internacionales sobre diplomáticos que, en opinión de Israel, dan inmunidad al guardia.
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Israel ha decidido cerrar completamente su embajada en Ammán durante algún tiempo y evacuar a todos los israelíes que trabajan allí.
Sin embargo, la evacuación no se ha hecho todavía debido a que las autoridades locales no quieren que el guardia de seguridad salga de Jordania sin ser interrogado.