"La primera ministra aplaudió el progreso logrado en las consultas de Astaná y elogió el papel constructivo de Turquía en la definición de las zonas de desescalada del conflicto", dijo el portavoz de May.
Señaló que la primera ministra hizo una declaración correspondiente durante la conversación telefónica con el presidente turco, Recep Tayip Erdogan.
La capital kazaja, Astaná, acogió el 3 y el 4 de mayo la cuarta ronda de negociaciones internacionales sobre Siria con la asistencia de representantes de Damasco, la oposición armada, países garantes del armisticio declarado a finales de 2016 (Rusia, Turquía e Irán), así como diplomáticos de la ONU, EEUU y Jordania en calidad de observadores.
Las negociaciones concluyeron con la firma de un memorando en el que los garantes anunciaron la creación de cuatro zonas de distensión que abarcan la provincia de Idlib, parte de las vecinas Latakia, Alepo y Hama, parte del norte de la provincia de Homs, Guta Oriental y determinadas zonas del sur de Siria, en las provincias de Deraa y Al Quneitra.
Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto armado que ha causado entre 300.000 y 400.000 muertos, según datos de la ONU.
Las tropas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas, entre ellas Daesh (autodenominado Estado Islámico) y Frente al Nusra, ambas prohibidas en Rusia y otros países.