Ozugurlu subrayó que tras el referéndum Erdogan perdió el apoyo de Europa, por lo que se ve obligado a buscar un acercamiento con EEUU.
"El Gobierno turco atraviesa actualmente una serie de problemas en sus relaciones con Europa, lo que lo obliga a fortalecer la cooperación con EEUU", considera el experto.
En ese sentido, Turquía se encuentra entre la espada y la pared: EEUU y el bloque europeo, por un lado, y Rusia y los países del golfo Pérsico, por el otro.
"Ankara deberá elegir entre Irán y los países del golfo Pérsico; al final, en mi opinión, Turquía se decantará por los países del golfo Pérsico que se encuentran bajo la influencia de EEUU", asegura Ozugurlu.
Finalmente, el analista recordó que el objetivo final de Turquía es que Bashar al Asad abandone el poder en Siria. En ese sentido, Erdogan está dispuesto a usar cualquier medio que lo acerque a ese objetivo. Por esa razón Turquía apoyó el ataque de EEUU a la base aérea siria.
#Asad no ve diferencias entre acciones de los terroristas y la invasión de #EEUU y #Turquía en #Siria https://t.co/KdvKXOvwiz
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 21 апреля 2017 г.
Así, Rusia tendrá todo esto en cuenta para replantear su relación con Turquía, a pesar de que en un principio no desea perder al país otomano como un socio importante en la región.
"En todo caso, la situación deberá aclararse en un futuro próximo, después de las visitas de Erdogan a Rusia y EEUU", concluyó el experto.