La propuesta tendría que pasar varias lecturas en la Kneset (Parlamento israelí) para convertirse en ley.
La votación en el comité se llevó a cabo a pesar de la oposición de Netanyahu, que calificó la acción de "infantil e irresponsable".
"Intentan ganar tiempo, mientras tratamos de conseguir que el tribunal aplace (la ley)", señaló Netanyahu.
La cuestión de la legalización de las colonias que Israel considera ilegales —según la ley internacional lo son todas, tanto éstas como las que Israel ve legítimas— enfrenta al ministro de Educación, Naftali Bennett, con Netanyahu.
El proyecto, conocido como "Ley de Formalización" pretende legalizar de forma retroactiva las colonias construidas en tierra palestina privada, pero solo aquellas en cuya fundación se vio implicado el gobierno de alguna manera.
La ley prevé una compensación para los palestinos propietarios de las tierras, que ya les fueron arrebatadas hace años y serán expropiadas.