"Conforme a la investigación en el marco de la ley sobre el estado de emergencia, fueron destituidos 28 jefes de las administraciones locales, 24 de los cuales mantenían vínculos con el PKK y otros cuatro con FETÖ (la organización de Gulen)", dice el comunicado ministerial.
Entre los jefes destituidos se encuentra el líder de la provincia de Batman, Hakkari y varios jefes de la administración de las regiones en el sureste del país, pobladas mayoritariamente por los kurdos.
Turquía vivió en la noche del 15 de julio un intento de golpe militar que causó más de 290 muertos —de ellos 190 civiles y oficiales y un centenar de golpistas— y unos 1.400 heridos.
Las autoridades turcas acusan a Gulen, autoexiliado en EEUU, de haber organizado el amotinamiento y exigen su extradición.
El propio predicador rechaza las imputaciones y sugiere instituir una comisión internacional para investigar los hechos.