Según la fuente, ese cambio de opinión podría estar relacionado con la amenaza kurda y los daños que representó para Ankara en los últimos cinco años su línea política en contra de Asad.
Ankará apoyará la presencia de Asad durante período de tránsito de hasta seis meses en caso de que Rusia y EEUU, así como las demás fuerzas internacionales que participan en la solución del conflicto, se pongan de acuerdo al respecto.
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El pasado 27 de febrero, en Siria entró en vigor un alto el fuego, acordado por Rusia y EEUU y avalada por el Consejo de Seguridad de la ONU en un intento de poner fin al conflicto armado que el país árabe vive desde 2011.
La tregua, que entre otros objetivos está destinada a facilitar los suministros humanitarios para la población siria, no se extiende a los grupos que las Naciones Unidas cataloga como terroristas, entre ellos el Frente al Nusra y Daesh (o Estado Islámico), proscritos en Rusia y varios países más.