Rusia espera que Turquía evite nuevos "pasos imprudentes", dice embajador

Rusia espera que Turquía se abstenga de dar nuevos "pasos irreflexivos" en Oriente Medio, declaró el embajador ruso ante la ONU, Vitali Churkin, en referencia al envío de un contingente militar turco al norte de Irak.

"Confiamos en que la inquietud manifestada por el secretario general de la ONU y varios miembros del Consejo de Seguridad durante la discusión que habíamos convocado, enfriará las mentes febriles en Ankara, y que resuelvan el asunto de forma satisfactoria para el Gobierno iraquí", dijo el embajador.

El diplomático expresó también la esperanza de que Turquía "evite nuevos pasos irreflexivos, en particular, en el territorio de Siria".

Durante la discusión, que se desarrolló a puertas cerradas, Churkin se quedó con la impresión de que el envío de militares turcos a Irak "tomó por sorpresa a EEUU, lo que en principio es raro".

"El hecho demuestra otra vez que Turquía es un actor algo impredecible cuyos pasos, además de provocar la protesta iraquí, también pueden desconcertar a EEUU", señaló.

Según el Gobierno de Irak, un batallón blindado del Ejército turco entró el pasado 4 de diciembre en la provincia iraquí de Nínive  supuestamente para entrenar a los peshmerga, las milicias kurdas que combaten contra grupos terroristas. El Ministerio de Exteriores iraquí y el de Defensa calificaron la presencia del contingente turco como "acto hostil".

El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, aseguró entretanto que se trata de una rutinaria rotación de tropas y prometió que Turquía no enviaría más fuerzas hasta que se estabilice la situación diplomática.

Para la Cancillería rusa, la presencia de tropas turcas en el territorio iraquí sin autorización de Bagdad es "inaceptable" y "aumenta la tensión en la región".

Las relaciones entre Moscú y Ankara deterioraron después de que cazas turcos derribaran la semana pasada un bombardero ruso Su-24 en el espacio aéreo sirio.

Tema: Consecuencias del incidente con el Su-24 ruso

Turquía asegura que el avión violó el espacio aéreo nacional, mientras que las autoridades rusas sostienen que la aeronave no cruzó la frontera turca, lo que confirman los datos del sistema de defensa antiaérea siria.

Tras el derribo del Su-24, calificado por el presidente ruso, Vladímir Putin, como una "puñalada por la espalda", Moscú impuso sanciones económicas y comerciales a Turquía, además de prohibir los vuelos chárter y ventas de paquetes turísticos.