Según el diario, la decisión del Pentágono de retirar esos sistemas y el personal militar indica una disminución en la probabilidad de un enfrentamiento militar directo y a gran escala entre Estados Unidos e Irán. Según informes, Washington ha concluido que, de momento, Teherán no representa una amenaza militar directa para los intereses estratégicos de EEUU en la región.
Dos de las cuatro baterías antimisiles Patriot se encontraban en Arabia Saudí, mientras las otras dos en otros lugares de Oriente Medio. Las de Arabia Saudí protegían a los campos petroleros del país y, probablemente, serán sustituidas por baterías de Patriot saudíes, detalló a Bloomberg un funcionario de la Defensa estadounidense que pidió no ser identificado. Según el oficial, más de 12 baterías Patriot y una batería THAAD, que puede interceptar misiles balísticos a mayor altitud, todavía permanecen en la región.
La tensa relación entre Estados Unidos e Irán llegó a un punto crítico a principios de enero pasado, cuando Donald Trump, presidente del país norteamericano, ordenó un ataque aéreo que mató al general iraní Qassem Soleimani. El asesinato de Soleimani dio inicio a semanas de crecientes tensiones entre los dos países. En aquella ocasión, EEUU incrementó su contingente militar en Oriente Medio.