"Es profundamente preocupante que los civiles sigan siendo asesinados diariamente en ataques con misiles tanto por aire como por tierra; mujeres, hombres y niños que simplemente hacen sus actividades cotidianas en casa, en el trabajo, en mercados y escuelas están siendo asesinados y lisiados dentro de una violencia sin sentido", dijo Bachelet citada en un comunicado en la página web de su oficina.
En este contexto la alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU llamó a cesar inmediatamente las hostilidades en la zona de distensión de Idlib y en sus alrededores, así como proteger a los civiles y las infraestructuras.
Según los datos de la ONU, desde que la última tregua en Idlib entrara en vigor el 12 de enero pasado, al menos 20 personas fallecieron y más de 70 resultaron heridas en la región.
En total, de acuerdo con las estimaciones de la organización, entre la reanudación de las hostilidades en Idlib y sus inmediaciones el 29 de abril de 2019 y el 15 de enero de 2020, 1.506 personas fallecieron, incluyendo a 293 mujeres y 433 niños.
Se destaca que 75 de los fallecidos se encontraban en los territorios controlados por las tropas gubernamentales.
Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto en el que las fuerzas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas.
La solución del conflicto se busca en dos plataformas, la de Ginebra, bajo los auspicios de la ONU, y la de Astaná (antiguo nombre de la capital kazaja, hoy Nur-Sultán), copatrocinada por Rusia, Turquía e Irán.
Idlib forma parte de una de las cuatro zonas de distensión acordadas en mayo de 2017 por los tres países garantes.