"La persona que está detrás de esto es [el jefe de la Fuerza Al Quds de Irán] Qasem Soleimani", aseguró el portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) Ronen Manelis a diversos medios israelíes.
Según Manelis, "el plan iraní era enviar varios drones [aviones no pilotados] a Israel, armados con explosivos, para matar a israelíes. Estos son drones que vemos en acción en Irak, Siria y Yemen".
El jefe del ejército israelí, Aviv Kochavi, indicó que Soleimani supervisó personalmente la operación y capacitó a los activistas iraníes que iban a llevarla a cabo.
Luego, el grupo se estableció en una base, en un complejo dirigido por la Fuerza Al Quds, de la Guardia Revolucionaria iraní, y comenzó a planificar el ataque, según el Ejército israelí.
El portavoz militar israelí explicó que el 22 de agosto, cuatro miembros del grupo llegaron a la aldea de Erneh, en los Altos del Golán, bien equipados.
Manelis agregó que Israel está preparado "defensiva y ofensivamente", ya que este incidente aún no ha terminado "y podría haber novedades".
Israel confirmó que lanzó un ataque en Siria para frustrar un bombardeo de la Fuerza Al Quds con aviones no tripulados sobre el norte de Israel. Activistas de la oposición siria informaron de que el ataque causó tres muertos, dos miembros del grupo chií libanés Hizbulá y un iraní.
"Esto es mentira, no es verdad. Israel y Estados Unidos no tienen el poder para atacar los diversos objetivos de Irán, y nuestros centros de asesoramiento (militar) no han sido dañados", aseguró el general de la Guardia Revolucionaria Mohsen Rezaei, en declaraciones recogidas por ILNA.
Sin embargo, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), una organización siria opositora, dijo que dos agentes de Hizbulá y un iraní murieron en el ataque.
En previsión de posibles ataques de represalia, Israel desplegó sus defensas aéreas en el norte del país. Sin embargo, las autoridades no han emitido ninguna instrucción especial de seguridad para los residentes locales.