La víspera, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, afirmó que Ankará tomará las medidas necesarias para limpiar Sinyar de combatientes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) —organización proscrita en Turquía por terrorista— si Bagdad no los expulsa por su cuenta.
"No lanzaremos operaciones algunas sin el consentimiento del Gobierno de Irak, ni asumíamos haber logrado un acuerdo con ellos", cita la nota al primer ministro turco.
Por su parte, Al Abadi aseguró que las fuerzas iraquíes controlan la frontera y no dejarán que "combatientes extranjeros" crucen de Irak a Turquía.
Situada al oeste de Mosul y poblada tradicionalmente por kurdos yazidíes, Sinyar cayó en manos de ISIS (autoproclamado Estado Islámico, organización terrorista proscrita en Rusia y otros países) a principios de agosto de 2014 y fue liberada en noviembre de 2015 por una coalición de fuerzas kurdas que incluía a milicianos peshmerga de la Región de Kurdistán y a combatientes del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK).