Los dos líderes coincidieron en que el referendo desencadenará en la región el caos.
Poco antes Barzani declaró que el Kurdistán iraquí rechaza aplazar el referéndum de independencia, programado para el 25 de septiembre, pese a la presión que se intenta ejercer sobre sus organizadores.
La convocatoria del referendo de independencia fue cancelada por el Tribunal Supremo de Irak y criticada por varios países, entre ellos Turquía, Alemania, EEUU, Irán y Reino Unido.