La tensión entre Israel y su enemigo Hizbulá ha aumentado en los últimos meses, desde que Donald Trump llegó a la Casa Blanca y situó a Irán en el centro de sus críticas.
"El enemigo israelí tiene que saber que si se lanza una guerra israelí contra Siria o el Líbano, la lucha no se limitará a ser libanesa e israelí o siria e israelí", afirmó Nasralá en un discurso emitido por televisión.
Señalo que "esto no quiere decir que haya estados que vayan a intervenir directamente; pero podría abrirse el camino para que miles, incluso cientos de miles de combatientes de todo el mundo árabe e islámico participasen, de Irak, Yemen, Irán, Afganistán y Pakistán".
Nasralá hace advertencias a Israel periódicamente como parte de una política de disuasión, según algunos analistas.