"Irak afrontará serios desafíos en lo que se refiere a la estabilidad, la viabilidad política y la integridad territorial después de que Mosul sea arrebatada a Daesh (autoproclamado Estado Islámico, proscrito en Rusia)", dice el texto del informe.
Coats indica que aparte de las dificultades en la restauración de las infraestructuras de la ciudad, Bagdad tendrá problemas de reconciliación intersectaria y interétnica.
Los servicios de inteligencia de EEUU estiman que en estas condiciones las autoridades iraquíes solicitarían apoyo financiero internacional en 2017.
El Ejército iraquí y la coalición de 68 países encabezada por EEUU lanzaron en octubre de 2016 una operación para liberar Mosul y lograron expulsar a los yihadistas de la parte oriental de la ciudad.
En marzo las fuerzas gubernamentales declararon haber cercado las unidades del autodenominado Estado Islámico en Mosul y cortado la comunicación con los yihadistas en Siria.
Actualmente, los militares iraquíes aseguran que controlan las dos terceras partes del oeste de Mosul.