"Los conflictos en Siria, Irak, Yemen (…) no tienen solución militar, la decisión puede ser solamente política, de la cual no se excluye ni uno de los actores regionales", dijo Zarif.
Desde 2014 Yemen es escenario de violentos enfrentamientos entre los rebeldes hutíes del movimiento Ansar Alá y los partidarios del expresidente Alí Abdalá Saleh, por una parte, y las fuerzas leales al presidente legítimo, Abdo Rabu Mansur Hadi, por otra.
Al actual mandatario lo apoya desde marzo de 2015 una coalición de países del Golfo Pérsico y África del Norte liderada por Arabia Saudí.
En tres años Daesh (o Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países) logró apoderarse de vastas zonas de Irak y Siria e intentó extender su dominio a África del Norte, en particular a Libia.
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Hasta ahora no existe un frente unido para la lucha contra el grupo yihadista, pues combaten contra Daesh las fuerzas gubernamentales sirias, apoyadas por la aviación rusa, así como el Ejército iraquí, la coalición internacional liderada por EEUU, Turquía, los kurdos y las milicias chiíes de Irak y El Líbano.