El representante de la Embajada de Turquía en EEUU, Naci Aidan Karamanoglu, comunicó al medio que las pruebas de la relación de Gulen con los participantes de la asonada "se proporcionarán en su debido tiempo".
Añadió que "es imposible enviar tanta cantidad de pruebas sobre el golpe tan sólo unos días después de que ocurriera".
"Gulen fue investigado por la creación de una organización terrorista y acciones ilegales contra el Estado, entre otros cargos, aún antes de que se produjera el intento de golpe de Estado", indica la revista.
Turquía vive las consecuencias de una fallida asonada militar que se saldó con 240 muertos y unos 2.200 heridos, según los datos oficiales.
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Después de sofocar la rebelión, las autoridades dieron comienzo a grandes purgas para descubrir a los simpatizantes de Gülen, residente de EEUU.
Gulen rechaza de plano la acusación de que está detrás del amotinamiento y propone establecer una comisión internacional para investigar los acontecimientos del 15 de julio.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, declaró que antes de la asonada Turquía entregó a EEUU 85 paquetes de documentos para la extradición del imán.
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Previamente, el vicepresidente de EEUU, Joe Biden, señaló que un tribunal estadounidense debe solucionar la cuestión sobre la entrega de Gulen a Turquía.
