Es un terreno en la provincia de Ardagan en el noreste de país otomano que fue traspasado en los años 1970 a Georgia, que en aquel momento formaba parte de la antigua URSS, después de que un pequeño río cambiara de curso.
A pedido de los habitantes locales las autoridades turcas en 2013 invitaron a unos funcionarios de Georgia a inspeccionar el territorio disputado.
Con el resultado de las negociaciones las partes tomaron la decisión de llevar el río a su curso y de esta manera entregar a Turquía un territorio del tamaño de 15 campos de fútbol.
Según dice la población local, este terreno es muy fértil por lo que quieren utilizarlo para objetivos agrícolas en el futuro.