El ataque puso de manifiesto el gran riesgo de que se produzcan más ataques por parte del Daesh (acrónimo árabe del Estado Islámico, considerado terrorista por muchos países, entre ellos, Rusia) contra lugares turísticos en Turquía.
"Las infraestructuras terroristas en Turquía siguen avanzando con más ataques contra objetivos turísticos —incluidos turistas israelíes— a lo largo del país", señaló el departamento de Lucha contra el Terrorismo en un comunicado.
El sábado pasado, la policía turca advirtió de la posibilidad de que se produzcan ataques contra cristianos y judíos.
Al Daesh se le han atribuido cuatro de los últimos seis ataques que se han producido en Turquía en los últimos ocho meses, entre ellos un doble ataque suicida a una manifestación a favor de la paz en Ankara, la capital turca, que mató a 103 personas el pasado octubre.