El presidente de EEUU, Donald Trump, prometió realizar muchos cambios en el país norteamericano. Asimismo, la nueva Administración de la Casa Blanca planea hacer lo propio en la ONU.
Reducción de las operaciones de paz
El primer paso en esta dirección fue hecho por la nueva embajadora de EEUU ante la ONU, Nikki Haley, que insistió en una mayor reducción del contingente de militares y del cuerpo policial de la ONU en la República Democrática del Congo.
"Sí, se pueden desplegar miles de militares, pero si ello no funciona para proveer la seguridad a los congoleños, todo esto no tendrá importancia. No obstante, estoy satisfecha con que hayamos rebajado el número de militares", declaró.
Actualmente, la nueva delegación de Washington en la ONU está revisando la labor de 16 operaciones de paz. EEUU es el mayor patrocinador de estas operaciones, sus contribuciones alcanzan los 7.900 millones de dólares, cifra que representa el 28,5 % del presupuesto que la ONU destina para ello.
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Se cree que a partir de ahora la actividad pacificadora de la organización, así como la reacción a lo que ocurre en el mundo, se conviertan en prioridades para EEUU.
Protección de los derechos humanos
Otro problema que también gozará de la mayor prioridad durante la presidencia de EEUU en el Consejo de Seguridad de la ONU, será el de los derechos humanos.
A este respecto, Haley citó como ejemplo la guerra en Siria. De acuerdo con la diplomática, las serias violaciones de los derechos humanos en este país de Oriente Próximo condujeron a la crisis migratoria más grande de los últimos años.
Además, la embajadora subrayó que actualmente la retirada de Bashar Asad del poder no representa una prioridad en la política que EEUU aplica respecto a Siria.
"Uno elige la batalla y cuando miras esto, ves que se trata de un cambio de prioridades. Derrocar a Asad ya no es nuestra prioridad (…) no podemos concentrarnos en Asad como lo hizo la Administración anterior", dijo.
