Recientemente, Claus Jorstad adquirió en una tienda de Ikea un taburete con pequeños agujeros en la parte superior. El hombre, de 46 años, arrastra una lesión de rodilla, lo que le impide ducharse de pie. Esa es la razón por la que adquirió la silla.
"El capitán y sus marineros": de esa manera tan gráfica se refiere Jorstad a sí mismo y a sus testículos. El noruego denunció que un día, cuando quiso tomar una ducha sentado bajo el chorro de agua caliente, uno de sus "marineros" —testículos— quedó atrapado en uno de los agujeros del mueble.
Ikea se tomó con humor la explicación de Jorstad en Facebook, cuando esta llegó a sus oídos. La compañía emplazó al hombre a utilizar la silla para otros fines, como, por ejemplo, para colocar en ella una maceta con flores.
Por su parte, "el capitán" contestó a que, a partir de ahora, para evitar incidentes semejantes, cubre su silla con un trapo.