Este caso podría servir de precedente para lanzar en Francia una campaña de lucha por la verdad, opina el experto serbio Dusan Gujanicic.
El expediente de Friconneau es el primer litigio que abordó este problema en Francia y causó interés en la prensa, destacó a Sputnik Dusan Gujanicic, politólogo serbio del Instituto de Investigaciones Políticas de Belgrado. Este caso podría sentar precedente para ofrecer fundamentos legales y morales a las familias de los soldados franceses con destinos semejantes para exigir que se aclaren las causas de sus muertes.
"Hablando de los ciudadanos franceses, lo único que nos queda es monitorear la situación. No puedo decir el número exacto de personas que podría interponer las mismas demandas, pero espero que se presenten similares en el futuro", enfatizó el interlocutor de la agencia rusa.
Sin embargo, no se debe esperar que el número de demandas como esta supere en Francia al de los expedientes investigados en Italia, ya que las tropas francesas estuvieron mucho menos expuestas al uranio empobrecido, agregó el politólogo. Además, recordó que los soldados del país galo se desplegaron en el norte de Mitrovica, mientras que los italianos sirvieron en Metojia, situada en la frontera con Albania, y estuvo más expuesta a los bombardeos con uranio empobrecido.
Según el politólogo, Serbia está interesada en "impulsar" la búsqueda de la verdad por parte de la opinión pública francesa, y los medios de comunicación desempeñan un papel muy importante en este asunto. El interlocutor de Sputnik considera que Serbia debería alentar a las familias francesas a buscar la verdad en los juzgados para, así, que en Francia hablen más sobre el desastre humanitario yugoslavo.
No obstante, Gujanicic aconsejó no ilusionarse demasiado con que el caso Friconneau se convierta en la noticia número uno de los medios franceses y mundiales. Pero subrayó que aun así este podría traer consecuencias si se le prestase una atención máxima.
"Esta es una lucha agotadora a largo plazo y sus resultados no aparecerán en un abrir y cerrar de ojos. Asimismo, no se debe olvidar el rechazo de ciertos organismos públicos y cercanos al Estado, como el que experimentaron las familias de los militares italianos, algunas de las cuales aseguraron haber sido presionadas e intimidadas por las autoridades", señaló el experto.
El 24 de marzo de 1999 la OTAN bombardeó las instalaciones militares y civiles en Yugoslavia. Más de 2.000 personas, entre ellas niños, murieron a causa de esta agresión. Los ataques dejaron Yugoslavia en ruinas e hicieron que desapareciera de los mapas del mundo. En la OTAN defienden que los bombardeos de Yugoslavia fueron "necesarios y legítimos" porque se emplearon con el objetivo de "detener la catástrofe humanitaria".
Mientras tanto desde el Ministerio de Asuntos exteriores de Rusia destacaron en su día que los bombardeos de Yugoslavia son "una mancha de vergüenza que siempre se quedará en la reputación de la Alianza Atlántica, dado que el bloque no tenía fundamentos legales —como el mandato del Consejo de Seguridad de la ONU— para realizar estas acciones.