El documento denuncia "las acusaciones de torturas, desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias y otros abusos cometidos presuntamente por el SBU".
El texto agrega que el SBU continúa presionando a los medios.
"Los empleados de los medios siguen sufriendo la presión por parte del SBU y las fuerzas armadas siempre y cuando informen de asuntos delicados, como las pérdidas militares", dice el informe.
El Departamento de Estado de EEUU también acusó al Gobierno ucraniano de "corrupción, censura, bloqueo de sitios web, la incapacidad de las autoridades de llevar ante la justicia a los autores de actos de violencia perpetrados contra periodistas, activistas de la lucha contra la corrupción, contra minorías étnicas y las personas LGBTI".
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El documento también cita "numerosos informes de ataques contra los periodistas que investigan la corrupción en el Gobierno" y acusa a las autoridades ucranianas de restringir el contenido de los medios de comunicación "por razones vagas".
"Tanto los medios independientes como los estatales periódicamente tienen que censurarse cuando revelan historias que puedan provocar críticas a las autoridades o ser percibidas por el público como insuficientemente patrióticas", apunta el texto.
Los informes anuales del Departamento son obligatorios según la legislación de EEUU y documentan el estado de los derechos humanos y de los trabajadores en casi 200 países y territorios.