"Son cada vez más frecuentes los casos de deportación de periodistas extranjeros de Ucrania presuntamente por hacer propaganda antiucraniana", dijo en una rueda de prensa.
En agosto pasado el Servicio de Seguridad de Ucrania expulsó del país y prohibió la entrada por tres años a dos periodistas españoles, Antonio Pampliega y Manuel Ángel Sastre, por presuntas actividades antiucranianas".
El mismo destinó corrió la periodista Ana Kurbátova del Canal 1 de la televisión rusa que antes de su expulsión, además, fue secuestrada en Kiev por el Servicio de Seguridad ucraniano.
Desde que las nuevas autoridades ucranianas asumieron el poder en 2014, han llevado adelante una campaña para "limpiar" el país de lo que consideran "propaganda rusa", lo que se ha traducido en desconexión de emisiones de televisión, bloqueo de servicios y aplicaciones electrónicas, expulsión de periodistas y prohibiciones de entrada al país a varios artistas rusos.
Los constantes llamados de Rusia a la Unión Europea y EEUU para que condenen este tipo de agresiones no han tenido hasta ahora ningún efecto en el Gobierno ucraniano.