Según una fuente policial, los agentes del orden organizaron una redada para prevenir el contrabando de migrantes desde la zona fronteriza hacia la ciudad rumana de Timisoara.
Los infractores intentaron romper el cordón policial, entonces los uniformados se vieron obligados a abrir fuego contra los automóviles con 12 africanos y un ciudadano de Serbia, e hiriendo a tres migrantes.
La colisión ocurrió en una carretera en la provincia de Moravica, cerca de un control fronterizo.