"Como titular de Exteriores de Ucrania y experimentado físico aeronáutico, quiero decir que mi país no puede estar involucrado en la ayuda al programa de misiles de Corea del Norte", escribió.
Anteriormente el propio diario The New York Times publicó, citando documentos clasificados de las agencias de inteligencia de EEUU y un informe del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS por sus siglas en inglés) de ese país, que los motores que Corea del Norte usó en los dos misiles balísticos lanzados en julio pasado podrían ser de origen ucraniano.
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Tanto el Gobierno ucraniano como la empresa Yuzhmash, a la que el estudio del IISS identificó como posible fabricante de los motores, desmintieron su implicación, mientras que el director general de la oficina de diseño Yuzhnoye de la compañía ucraniana, Alexandr Degtiariov, defendió que los motores podrían haber sido "copiados".
"Las instrucciones son parte de manuales complejos, resguardados en instalaciones especialmente secretas", señaló el canciller.
Klimkin añadió que cualquier intento de los malhechores "de hacerse con esos manuales no pasaría inadvertida por el Gobierno".
"No obstante, dudo que Corea del Norte pudiese lograr lo que hizo sin ayuda externa, la comunidad internacional debe llevar a cabo una investigación internacional para hallar a los responsables de esto", escribió.