"En los que respecta a la planificación y la ejecución, los recientes ataques no están conectados entre sí. Pero creemos estar experimentando una nueva tendencia en la amenaza que afrontamos: el terrorismo alimenta más terrorismo, y los perpetradores se sienten inspirados para atacar", afirmó May.
Además de los tres ataques consumados, según la primera ministra, hay información sobre cinco posibles episodios más que los cuerpos de seguridad han logrado prevenir a tiempo.
En su discurso, May afirmó que en el Reino Unido hay demasiada tolerancia hacia los extremistas.
"¡Basta ya!", subrayó.
Con respecto a las elecciones generales del próximo jueves, descartó posponerlas y aseguró que se van a celebrar en la fecha prevista.
La noche de 3 de junio, un microbús embistió a gran velocidad a un grupo de peatones en el puente London Bridge y siguió hasta el área de Borough Market, donde los supuestos terroristas se bajaron del vehículo y agredieron a puñaladas a varias personas cerca de un pub.
Cuarenta y ocho personas, según el Servicio de Ambulancias de Londres, fueron ingresadas en cinco hospitales de la capital británica.
Otros afectados, que no presentaban heridas graves, fueron atendidos en el lugar.
Los sucesos de anoche son el tercer atentado terrorista perpetrado en Reino Unido en los últimos dos meses y medio.
El 22 de marzo pasado, un atentado terrorista llevado a cabo en Londres dejó un saldo de cinco muertos y decenas de heridos.
El atacante fue eliminado por un guardaespaldas del ministro británico de Defensa.
Otro atentado ocurrió el 22 de mayo en la ciudad de Mánchester, en Inglaterra, durante un concierto de la cantante estadounidense Ariana Grande.
El terrorista suicida, Salman Abedi, hizo detonar una bomba que llevaba encima, dando muerte a 22 personas, entre ellas 12 menores de edad.
El atentado fue reivindicado por la organización terrorista Daesh, o autodenominado Estado Islámico, proscrito en muchos países, incluida Rusia.