El embajador ruso en Turquía, Andréi Kárlov, fue asesinado la noche del 19 de diciembre mientras daba un discurso en la inauguración de una exposición fotográfica en Ankara.
Las autoridades turcas identificaron al atacante como Mevlut Mert Altintas, de 22 años, quien hirió a otras tres personas antes de ser abatido por las fuerzas de seguridad.
"El asesinato del embajador ruso es continuación de los hechos del 15 de julio, porque con este crimen nuestros enemigos intentan provocar una crisis de gobernabilidad en el país, mostrar que las autoridades actuales no son capaces de garantizar la seguridad de la población", dijo Perincek.
"La razón es el fortalecimiento de la cooperación entre Turquía y Rusia, así como el hecho de que el Gobierno turco escape del control de EEUU", añadió.
Turquía vivió en la noche del 15 al 16 de julio un intento de golpe militar que causó más de 240 muertos y unos 2.200 heridos.
Las autoridades turcas acusaron al teólogo musulmán Fethullah Gulen, autoexiliado en EEUU, de haber organizado el amotinamiento y exigieron su extradición.